Concluye al fin la caza del cachalote más temible y peligroso de todos. Fue una aventura grande y adoctrinadora de esas cosas de la vida. Mi cuerpo y mi mente, un Pequod. ¿Pero quién soy? ¿Ismael, Ahab, Quiqueg? ¿O esa mole blanca, única, imparable, indomable y terrible?
Ser monomaníaco es a veces la única forma de existir en paz con uno mismo. Hundirse hasta el fin del mundo y llevarse a todos a rastras.
No hace falta morir para vivir otra vida. Sólo hay que ser un loco a los ojos de los demás y así perseguir con inquebrantable pasión aquello que está fuera de nuestro alcance. De esta forma se consigue o se pierde algo, y volvemos a nacer.
Terminé de leer un libro, eso es todo, pero no.
Descubrí "what drives me."
Esperáme "aquello que esta fuera de nuestro alcance", que "Ah! del barco, ahí voy!"
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