jueves, 3 de septiembre de 2009

Moby Dick

Concluye al fin la caza del cachalote más temible y peligroso de todos. Fue una aventura grande y adoctrinadora de esas cosas de la vida. Mi cuerpo y mi mente, un Pequod. ¿Pero quién soy? ¿Ismael, Ahab, Quiqueg? ¿O esa mole blanca, única, imparable, indomable y terrible?
Ser monomaníaco es a veces la única forma de existir en paz con uno mismo. Hundirse hasta el fin del mundo y llevarse a todos a rastras.
No hace falta morir para vivir otra vida. Sólo hay que ser un loco a los ojos de los demás y así perseguir con inquebrantable pasión aquello que está fuera de nuestro alcance. De esta forma se consigue o se pierde algo, y volvemos a nacer.

Terminé de leer un libro, eso es todo, pero no.
Descubrí "what drives me."
Esperáme "aquello que esta fuera de nuestro alcance", que "Ah! del barco, ahí voy!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario