lunes, 14 de septiembre de 2009

El camino medio

Icaro recorre los cielos a velocidades asombrosas. Posee una libertad propia. Ganada a través del arte, la perfección, de la obra de su mente y sus manos hábiles; de su construcción.

Alas blancas perfectas unidas a su espalda con una brea negra perfecta; y así volamos, somos dioses. Aquí los conceptos se rompen y entendemos un mundo, el único, el que estamos recorriendo.

Pero sabed que quien se eleve cada vez más queriendo tocar el sol, el calor, la pasión sin control, ablandará aquella construcción. La duda aparece entre pluma y pluma y comenzamos a caer.

Quien se sienta atraído por el mar y su tumulto, al acercarse encontrará el agua que divide, que todo penetra; y la vida se perderá como una nota que suena demasiado baja entre tanta confusión.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Moby Dick

Concluye al fin la caza del cachalote más temible y peligroso de todos. Fue una aventura grande y adoctrinadora de esas cosas de la vida. Mi cuerpo y mi mente, un Pequod. ¿Pero quién soy? ¿Ismael, Ahab, Quiqueg? ¿O esa mole blanca, única, imparable, indomable y terrible?
Ser monomaníaco es a veces la única forma de existir en paz con uno mismo. Hundirse hasta el fin del mundo y llevarse a todos a rastras.
No hace falta morir para vivir otra vida. Sólo hay que ser un loco a los ojos de los demás y así perseguir con inquebrantable pasión aquello que está fuera de nuestro alcance. De esta forma se consigue o se pierde algo, y volvemos a nacer.

Terminé de leer un libro, eso es todo, pero no.
Descubrí "what drives me."
Esperáme "aquello que esta fuera de nuestro alcance", que "Ah! del barco, ahí voy!"

Yo y Vos

En un banco en una plaza:
-¡Qué bien se burla del dolor ajeno quien nunca sintió dolores. .. !
¿Pero qué luz es la que asoma por allí? ¿El sol que sale ya por los balcones de oriente? Sal, hermoso sol, y mata de envidia con tus rayos a la luna, que está pálida y ojeriza porque vence tu hermosura cualquier ninfa de tu coro. Por eso se viste de amarillo color. ¡Qué necio el que se arree con sus galas marchitas! ¡Es mi vida, es mi amor el que aparece! ¿Cómo podría yo decirla que es señora de mi alma? Nada me dijo. Pero ¿qué importa? Sus ojos hablarán, y yo responderé. ¡Pero qué atrevimiento es el mío, si no me dijo nada! Los dos más hermosos luminares del cielo la suplican que les sustituya durante su ausencia. Si sus ojos resplandecieran como astros en el cielo, bastaría su luz para ahogar los restantes como el brillo del sol mata el de una antorcha. ¡Tal torrente de luz brotaría de sus ojos, que haría despertar a las aves a media noche, y entonar su canción como si hubiese venido la aurora! Ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que la cubre?

W.S. y otro